Museo de Filatelia de Oaxaca, MUFI

7 a 9 de junio de 2012

Oaxaca de Juárez, Oaxaca, México

 

   AUTORES TITULO DE LA CONFERENCIA RESUMEN
1

Juan Antonio

Siller Camacho

LOS FERROCARRILES EN LA REVOLUCIÓN MEXICANA EN MORELOS.

La Coalición de Socios Ferrocarrileros Jubilados de Morelos, realizaron con un gran esfuerzo y entusiasmo la edición de una colección especial y limitada de tarjetas postales bajo el título Cuautla es el Sitio, de 24 tarjetas postales relativas a la difusión del patrimonio histórico ferrocarrilero de Cuautla Morelos, como parte de los festejos conmemorativos del Centenario de la Revolución Mexicana.

La colección hace un importante recorrido ferroviario a través de la historia de la llegada de los primeros ferrocarriles al estado de Morelos, particularmente del Ferrocarril Interoceánico que intentaba comunicar el el Golfo de México, partiendo del Puerto de Veracruz a la ciudad de México, con el Puerto de Acapulco en el Océano Pacífico, proyecto que sería la entrada a la modernidad, el orden y progreso del siglo XX y una emulación histórica de los antiguos caminos reales que hicieron la comunicación por tierra del Galeón de Manila conocido como la Nao de China, que permitió la transportación interoceánica de mercancías y prestamos culturales entre las islas de Filipinas y España, atravesando por caminos de tierra el territorio mexicano. El ferrocarril de vía angosta conectaba en la estación de Puente de Ixtla, con el ferrocarril de vía ancha que corría de la ciudad de México, Cuernavaca y solo pudo llegar hasta el Balsas, habiendo quedado interrumpido "el sueño de comunicar a los dos mares".

La muestra seleccionada de tarjetas propiamente conmemorativos de escenas históricas de a la Revolución Mexicana, nos muestran a través de excelentes imágenes fotográficas la vida de esos primeros años del nacimiento del siglo XX y de las luchas armadas de la Revolución del Sur, con imágenes de un gran contexto social, de personajes de la población rural de la época, abordando el ferrocarril con la famosa máquina del ferrocarril 279, que esta grabada en los actuales billetes de circulación en México, así como también la presencia de personajes históricos como el General Eufemio Zapata y la "Comisión Zapatista con el General Villa en Guadalupe, Zacatecas en 1914", entre muchas otras a lo largo de la República Mexicana.

2

Maria de J.
Rodríguez Flores

LA CAMPAÑA PUBLICITARIA DEL FÁRMACO PENTOTAL MEDIANTE TARJETAS POSTALES

Al poco tiempo de la aparición de la tarjeta postal se visualizó su utilidad publicitaria, por lo que pronto en su historia se imprimieron anuncios en una de sus caras. Una ventaja, además de su  menor costo de envío, era que muchos podían verla y leerla desde que se enviaba hasta tiempo después de recibida.

Muchas empresas desarrollaron campañas publicitarias por medio de tarjetas postales y una de las más ambiciosas, larga y peculiar es la desarrollada por la empresa farmacéutica Abbott laboratories para promover su producto Pentotal (Pentothal). Aunque ya existían campañas publicitarias dirigidas a médicos con el lema de inicio: “Dear Doctor”, la campaña de pentotal ganó notoriedad por su duración (1954 a 1968) y su amplia cobertura internacional.

En esta ponencia se describen brevemente las características de la empresa, del fármaco, y se discutirán detenidamente las características de las postales y la cobertura geográfica de la campaña. Durante la presentación se mostraran ejemplos de las tarjetas postales enviadas como parte de esta campaña.

3

Fernando J.

Elizondo Garza

TARJETAS QSL DE MÉXICO

El código Q de abreviación de mensajes en forma de pregunta, mediante una serie de siglas de 3 letras, oficializado en 1912 por el gobierno británico para la radio comunicación entre barcos y radio estaciones costeras, facilitó la comunicación entre personas en diferentes idiomas. Pronto, 1915, los radioaficionados acordaron adoptar una selección de los códigos Q para facilitar sus contactos. Inicialmente los mensajes eran transmitidos en clave Morse, por lo que abreviar resultaba muy conveniente, pero después se siguió utilizando aún en las transmisiones habladas.

En dicho código, QSL significa "acuse de recibo". Una tarjeta QSL era enviada por correo para confirma la comunicación bidireccional entre dos radioaficionados o la recepción de la señal de una estación de radio o televisión. Fueron utilizadas como prueba material de la existencia de un “Contacto” y eran necesarias para la obtención de diplomas o para obtener puntos en concursos. Con el tiempo, para algunas personas, llegó a ser objeto de colección.

En esta ponencia se describen las características fundamentales de las tarjetas QSL y se muestran ejemplos mexicanos de este tipo de tarjetas postales producidas por radioaficionados y estaciones de radio.

4

Arturo

Guevara Escobar

LA NECESIDAD DE PRESERVAR EL PATRIMONIO CULTURAL EN FORMATO TARJETA POSTAL

El código Q de abreviación de mensajes en forma de pregunta, mediante una serie de siglas de 3 letras, oficializado en 1912 por el gobierno británico para la radio comunicación entre barcos y radio estaciones costeras, facilitó la comunicación entre personas en diferentes idiomas. Pronto, 1915, los radioaficionados acordaron adoptar una selección de los códigos Q para facilitar sus contactos. Inicialmente los mensajes eran transmitidos en clave Morse, por lo que abreviar resultaba muy conveniente, pero después se siguió utilizando aún en las transmisiones habladas.

En dicho código, QSL significa "acuse de recibo". Una tarjeta QSL era enviada por correo para confirma la comunicación bidireccional entre dos radioaficionados o la recepción de la señal de una estación de radio o televisión. Fueron utilizadas como prueba material de la existencia de un “Contacto” y eran necesarias para la obtención de diplomas o para obtener puntos en concursos. Con el tiempo, para algunas personas, llegó a ser objeto de colección.

En esta ponencia se describen las características fundamentales de las tarjetas QSL y se muestran ejemplos mexicanos de este tipo de tarjetas postales producidas por radioaficionados y estaciones de radio.

5

Carlos
Urzua Barbosa

IDEAS SOBRE CÓMO EXPONER COLECCIONES DE TARJETAS POSTALES

El objetivo de la presente ponencia es ofrecer sugerencias, ideas y estrategias para desarrollar una colección temática de tarjetas postales con la finalidad de ser exhibida ante diferentes tipos de públicos. La propuesta central es el utilizando las Tarjetas Postales acompañadas de material filatélico y no filatélico, relacionados entre sí, de tal manera que la colección sea atrayente, agradable y didáctica al público, al tiempo que para el coleccionista resulte divertida y gratificante la integración del material, así como la preparación y montaje de la exhibición.

6

Fernando J.

Elizondo Garza,

 

Fernando

Pérez Maldonado,

 

Carlos 

Álvarez Regalado

EL MERCADO ACTUAL DE TARJETAS POSTALES MEXICANAS

En esta conferencia inicialmente, para establecer una base conceptual, se presenta el modelo de valuación de postales “E/P-M/0.0” desarrollado por Fernando Elizondo y Fernando Pérez-Maldonado en 2008.

Posteriormente se presentará la metodología y los resultados de tres experimentos de venta de tarjetas postales mexicanas, uno a través de eBay, otro de Bidstart y otro de Mercado Libre México, en los que se ofrecieron en subasta 100 postales, estratificadas por época, partiendo de un valor muy bajo. En base a la discusión de los resultados de este experimento, por último, se abrirá la sesión a comentarios de experiencias y visiones alrededor del tema.

7 Susan Frost

FACT AND FICTION:  FAKING MEXICAN HISTORY ON POSTCARDS

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HECHOS Y FICCIONES: FALSEANDO LA HISTORIA MEXICANA EN TARJETAS POSTALES

 

Long before the advent of Photoshop and digital cameras, photographers manipulated images in the darkroom.  Vintage postcards, therefore, should raise questions of authenticity and reliability.  Is a real photo really “real”?   Can a historian blindly trust images to be historical evidence, particularly those created in times of war?  

Analysis reveals that unscrupulous publishers stole images, erased the titles and names of the original photographers, and sometimes claimed the images as their own -- even going so far as to copyright them.  Photo historians, for example, acknowledge that the famed Mexican photographer Casasola was notorious for crediting the work of others to himself.  In a number of instances, individual photographers also composed

scenes with actors who pretended to take part in actual military engagements. Some the most obvious examples of faked Mexican history are thus the very ones that are the most desired by collectors and often printed in history books.

Over the years, a few publishers also recycled images by simply replacing the name of the place or event. Darkroom magic would embed elements of one image into another, and artists wrote and drew on the negatives to alter them.  Most egregiously, H. H. Stratton of Chattanooga, Tennessee, profited by republishing images used as propaganda by the U.S. during the Spanish-American War.  Stratton repeatedly altered Cuban images and provided new captions attributing them to the Mexican Revolution and the 1914 Invasion and Occupation of Veracruz.

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Mucho antes del advenimiento del Photoshop y de las cámaras digitales, los fotógrafos manipularon imágenes en el cuarto oscuro. Las postales antiguas, por lo tanto, deben ser cuestionadas en los aspectos de autenticidad y de confiabilidad como registro. ¿Es una fotografía verdaderamente un registro de la “realidad”? ¿Puede un historiador confiar ciegamente en las imágenes como una evidencia histórica, particularmente en ésas creadas en tiempos de guerra?

El análisis revela que editores sin escrúpulos robaron imágenes, les borraban los títulos y los nombres de los fotógrafos originales, y a veces se adjudicaban las  imágenes como suyas, incluso llegando a tramitar derechos de autor (©). Los historiadores de la fotografía, por ejemplo, reconocen que el famoso fotógrafo mexicano Casasola era conocido por acreditar el trabajo de otros como suyo. En muchos casos, los fotógrafos llegaron a recrear escenas con actores que fingían participar en enfrentamientos militares reales. Algunos de los ejemplos más obvios de imágenes falseadas de la historia mexicana son de las más deseadas por los coleccionistas y frecuentemente se les encuentran impresas en libros de historia.

A lo largo de los años, algunos editores también reciclaron imágenes simplemente substituyendo el nombre del lugar o del acontecimiento. La magia del cuarto oscuro encajaría elementos de una imagen en otra, y los artistas escribieron y dibujaron sobre los negativos para alterarlos. El más notorio y flagrante es H.H. Stratton, de Chattanooga, Tennessee, quien se benefició republicando imágenes usadas como propaganda por los EE. UU. durante la Guerra España-Estados Unidos de América. Stratton repetidamente alteró imágenes cubanas colocándoles nuevos subtítulos describiéndolas como de la Revolución Mexicana o de la Invasión y Ocupación de Veracruz de 1914.

8

Ricardo
Pelz Marín

TARJETAS POSTALES DE OAXACA

Las tarjetas postales ilustradas con imágenes oaxaqueñas se  produjeron abundantemente desde los primeros años del siglo XX. Su uso, se desarrolla a la par de la época de oro de la tarjeta postal mexicana. Importantes editores internacionales, nacionales, regionales y locales de tarjetas postales incorporan estampas oaxaqueñas a sus productos. Ruhland & Ahlschlier, Sonora News Company, I. Hatton, Latapi y Bert, Iturbide Curio Store, F. Martin, Felix Miret, J. K., E. B. M., R. M. V., Buedingen Art. Pub. Co., E. Arenz, Carlos V. Toussaint, El Pabellón Nacional L. Bustamante & Ca., Mumm Foto, Papelería de Julián S. Soto, A. H. Oax., F. León and C.; entre otros. Por su temática destacan: imágenes étnicas, especialmente las de tehuanas; edificios públicos, iglesias, etc.; ciudades y poblados; vistas naturales (árbol del Tule), ruinas arqueológicas, y escenas de la vida cotidiana. Ínclitos fotógrafos plasmaron imágenes oaxaqueñas en tarjetas postales: Mumm, C. B. Waite, W. Scott, entre los más importantes. Aunque el presente trabajo, está basado en la revisión sistemática de más de 1,500 postales oaxaqueñas, únicamente muestra imágenes relevantes de postales de las primeras décadas del siglo XX.

9

Ricardo
Pelz Marín

PRIMERAS POSTALES MEXICANAS 1879 - 1902

Surgida en Austria en 1869, las tarjetas postales se empiezan a producir en México hasta 1879. Éstas fueron emitidas por el servicio de correos, siendo las primeras en formato de tarjeta formula, a las cuales era necesario adherirles una estampilla. En 1882 aparecen las primeras tarjetas postales en formato de entero postal, también emitidas por el servicio de correos. En 1884, aparecen los primeros ejemplares de tarjetas postales entero postales de emisión privada. Más adelante, en 1885 y 1889 se editan otras series de tarjetas postales privadas, todas ellas, apegadas a los diseños de las tarjetas postales oficiales.

En 1897 aparecen las primeras postales privadas de diseño independiente o no oficial. El correo acuerda con Ruhland & Ahlschier la fabricación de tarjetas postales privadas ilustradas. Para ese momento, ya circulaban en México, algunas postales editadas por compañías extranjeras. Esas primeras postales, son escasas y es difícil observarlas en conjunto, lo que ha dificultado su conocimiento y comprensión. Este trabajo, muestra una panorámica de algunas de las primeras postales mexicanas editadas entre 1879 y 1902.

10

Elizabeth

Acosta Mendía

ARCHIVO HISTÓRICO PABLO L. MARTÍNEZ  (AHPLM): LA PAZ, BAJA CALIFORNIA SUR

Los humanos durante su vida van dejando evidencias documentales de su existencia, las cuales no son fáciles de concentrar, clasificar y preservar. El caso de Baja California Sur no es la excepción, ya que fue en un almacén situado en la azotea de un viejo edificio conocido como El Sobarzo donde se inicia y por muchos años se concentra la memoria documental de la península californiana. Estos antiguos espacios además del ataque de la humedad, los hongos y bichos fueron presa de circunstancias difíciles, por ejemplo, en nuestro caso, perdidas documentales notables tuvieron lugar durante el enfrentamiento bélico contra los invasores norteamericanos en 1847, ya que por la falta de armas y municiones los defensores de la tierra bajacaliforniana se vieron obligados a utilizar “los papeles más viejos” para confeccionar cartuchos de pólvora, y de esta forma, parte de nuestra historia se convirtió casi por completo en patrióticas cenizas.

Fue hasta la década de 1960 que historiadores y ciudadanos preocupados por la historia impulsaron el rescate de nuestro acervo documental con el propósito de crear el Archivo Histórico Sudcaliforniano, ideal que vieron cristalizar el 9 de mayo de 1969.

Recién creado el Estado de Baja California Sur, el Gobernador provisional, Félix Agramont Cota, el 11 de enero de 1972, puso el nombre del “Profesor Pablo L. Martínez” al Archivo Histórico Estatal en homenaje a dicho escritor e historiador sudcaliforniano.

En esta ponencia además de los aspectos históricos del archivo se describirán los acervos con los que cuenta (Documental, Hemerográfico, Fotográfico, Cartográfico, Bibliográfico y de Microfilmes), los eventos y publicaciones editoriales desarrollado por la institución y se explicarán los aspectos organizativos y de funcionamiento de las Secciones de Usuarios e Inventarios, Procesos Técnicos, y Difusión y Extensión, mediante las cuales opera el AHPLM.

Por último se invita a los estudiosos e investigadores de las tarjetas postales a visitar el archivo y a colaborar en su desarrollo realizando una búsqueda de datos e imágenes interesantes.

11

Davy
Caballero López

DIEZ IMÁGENES OAXAQUEÑAS EN UN ÁLBUM:
RE-CONOCIENDO LOS ROSTROS DE LAS MUJERES ZAPOTECAS EN LAS TARJETAS POSTALES DE FINALES DEL SIGLO XIX

En este ensayo se analizan diez imágenes de mujeres zapotecas de las zonas de Villa Hidalgo Yalalag, San Pablo Villa de Mitla, Santo Domingo Tehuantepec y Oaxaca de Juárez, localidades que durante el Porfiriato tuvieron gran importancia económica. Las preguntas son: ¿Ellas se mostraron activas o pasivas?, ¿cuál fue la relación con el fotógrafo para convertirse en una imagen que se comercializó?, ¿fueron objetos o sujetos al estar en las manos del espectador?, ¿al ser convertidas en tarjetas postales pudieron eternizar una pose y un gesto cultural?

Se inicia con un breve panorama sobre los álbumes fotográficos familiares y de tarjetas postales; desde las tarjetas de visitas como una forma de resguardar el linaje, la identidad, el recuerdo o la posición social, hasta la producción de  imágenes históricas, vistas de paisajes y arquitectura que poco a poco configuraron la identidad nacional. 

La comercialización de las tarjetas postales permitió la construcción de la tipificación de la mexicanidad y de los habitantes de los arrabales. A partir de ahí, se define la aparición de una mirada que es acompañada de un nuevo tipo de deseo, de posesión y de estatus en la adquisición de tarjetas postales. En ellas existieron intenciones subjetivas de los productores, los vendedores y los coleccionistas; y estos se convirtieron en divulgadores de la propaganda oficial y de estereotipos culturales.

Al hablar sobre las mujeres zapotecas tomo en cuenta las diferencias socioculturales existentes entre cada una de ellas.

 En Mitla  diferentes mujeres fueron fotografiadas en un solo espacio, el centro ceremonial; también diferentes gestos se entremezclaron desde la mirada ingenua, la sonrisa franca o la erotización de la indígena. Algo que debo rescatar es la disposición que mostraron ellas al relacionarse con el fotógrafo para que éste pudiese crear un diálogo entre lo que él quiso proyectar de las mitleñas y los futuros espectadores.  El ser un lugar turístico permitió hacer cotidianas las miradas desconocidas.

Con las zapotecas del istmo, el atuendo elegante, las joyas y la imagen adornada de la tehuana quedo fuera para registrar la cotidianidad.  Las miradas y las sonrisas escondidas fueron la clave para darle subjetividad a las fotografiadas, sin embargo, la pose fue claramente una construcción del fotógrafo.

Las mujeres de blanco nos proporcionaron  elementos para  comprender  la forma de mirar del fotógrafo a las zapotecas de Valles Centrales: el desarreglo o cuidado del peinado; la vestimenta limpia en contraposición con la sucia y en andrajos; la pose romántica y la hermética. Dos formas diferentes de representar a lo considerado inferior en escenarios similares. Volvemos a reiterar en que  la pose fue forzada por el fotógrafo  y la gestualidad fue más propia de las mujeres.

El registro y la conceptualización de la familia, la mujer adulta, la mujer con hijos también fue un punto coleccionable.  Imágenes de carácter etnográfico se configuraron para  mostrar el pensamiento de extranjeros y de la élite oaxaqueña para describir a las zapotecas vallistas y sus familias.

La yalalteca llama la atención debido a que la identidad y el carácter de esta zapoteca se deposita en su vestimenta como recreación de su concepción del mundo plasmado en los textiles. Ella posó según los deseos del fotógrafo para el registro del atuendo y es ahí en donde radicó su particularidad: en lo que fuera el objetivo convergieron identidad serrana y  acto fotográfico.

En la interrelación con el fotógrafo, estas mujeres depositaron mucho de sí hasta volverse una iconografía. Poca simpatía, indiferencia, coqueteo, miradas, sonrisas o malestar fueron varias de las acciones y gestualidades que surgieron. El interés que cada uno de los fotógrafos  tuvo fue el uso comercial de la fotografía y la conceptualización del otro a través de la imagen. Algunos lograron romper con la rigidez y la incomodidad de las zapotecas, al tener un acercamiento más humano con ellas; otros lograron captar el momento adecuado de la sonrisa, la mueca o el placer de ser vistas; y  hubo quienes mantuvieron el distanciamiento y la apatía para con las mujeres  fotografiadas. La labor del fotógrafo fue la que tuvo más importancia, ya que se encontraba acompañado de la cámara, un emblema de poder y de distancia entre los sujetos fotografiados y quien hace uso del artefacto. Sin embargo, en el rostro y la gestualidad de cada una de las imágenes de las mujeres zapotecas recae el mayor  peso del carácter de sujeto que poseen.

12

Francisco

Montellano

JUAN D. VASALLO, PAISAJISTA DEL TOTONACAPAN

De Juan D. Vasallo, estupendo fotógrafo y productor de bellas tarjetas postales, sabemos por la revista El Fotógrafo Mexicano, que lo entrevistó, para su Tomo I, Núm. 11, de Mayo de 1900, que nació en Guanabacoa, Cuba, el día 3 de enero de 1871.

“Hábil con el lápiz, a los 14 años empezó los estudios del dibujo, y desde un principio se distinguió entre sus condiscípulos por las disposiciones naturales para el arte”.

La familia Vasallo tuvo que dejar Cuba en una fecha imprecisa y en un primer momento se instalaron en el Puerto de Veracruz donde, bajo la dirección del fotógrafo Carlos Ritchie profesor de dibujo del Instituto Veracruzano, siguió con éxito copiando a lápiz y a la acuarela.

Tiempo después, se trasladaron a Orizaba donde continuó con el dibujo al lado del arquitecto Joaquín Huerta. De acuerdo al testimonio en el Fotógrafo Mexicano “Circunstancias ajenas a su voluntad, lo obligaron a dejar el arte y dedicarse al oficio que le legara su padre, ingeniero mecánico, trabajando en varias ciudades de la República, ya como encargado de maquinarias, ya como corredor de locomotoras, en ferrocarriles.”

Vasallo, convertido en un trabajador versátil, enfermó de reumatismo cuando era encargado de una destilería en Puebla y decidió dedicarse de lleno a la fotografía, aprovechando los conocimientos que adquirió de Lucio Díaz, fotógrafo muy conocido de Orizaba.

Finalmente, fijó su residencia en Córdoba y se unió a Antonio Ávila, con quien estableció un taller fotográfico en la calle Morelos (hoy calle 7) bajo la razón social de “Vasallo y Avila”, en el año de 1898; la sociedad duró poco tiempo pero Vasallo, en palabras de El Fotógrafo Mexicano, “goza hasta ahora de la aceptación general de la sociedad que lo protege por su dedicación y miras progresistas.”

13

Nora Olivia

Sedeño Torres

UNA MIRADA AL PATRIMONIO DOCUMENTAL DE LA CIUDAD DE OAXACA: RESCATE, DESCRIPCIÓN Y DIFUSIÓN

La historia de la existencia del Archivo de la ciudad de Oaxaca (antes Antequera) se remota al siglo XVI, época en la cual se tenían resguardados los documentos en una caja fuerte. Actualmente, entre el acervo documental, se cuenta con inventarios de los documentos que existían en el Archivo del Ayuntamiento en el XIX.

Con el paso del tiempo y la acumulación de “papeles” de la administración municipal, se hizo difícil el manejo de tal cantidad de expedientes, de tal suerte que el acervo histórico del Ayuntamiento de Oaxaca anduvo vagando durante casi quince años. Entre los sitios que lo albergaron se encuentra el Panteón Jardín, el Convento de Cuilapam, una bodega cercana al río Atoyac, finalmente, y gracias a la donación que hiciera en el año de 1990 la Asociación de Ex-alumnos del Ex-Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca, teniendo como Presidente de dicha Asociación al Lic. Manuel R. Palacios, el patrimonio documental de la ciudad de Oaxaca encontró un refugio digno en una fracción de lo que en otros tiempos fue el Hospicio de la Vega.

A partir de abril de 1990 las condiciones en las que se resguardan los “papeles antiguos” mejoró. Tuvieron que transcurrir más de 15 años de labor minuciosa en la limpieza e identificación del acervo documental para que hoy en día se encuentren en su totalidad identificados e instalados los 20 grupos documentales del archivo, más la biblioteca, hemeroteca y carteloteca.

Gracias al trabajo continuo se ha podido conocer a detalle la documentación que alberga el acervo y ello ha redundado en un sin número de publicaciones y exposiciones.